Llegar al Rastrillo Aragón y decidir por dónde empezar, no es tarea fácil. Enseguida, desde la distancia, comienzas a ver artículos que pueden ser de tu interés. Lo mejor, seguir un orden para no perder detalle.
La primera tentación, el stand de PASTELERÍA. Inevitable no verlo. Para mis adentros pienso que no me iré del Rastrillo sin degustar una de las fantásticas napolitanas que lucen en el expositor.
Sigo mis pasos y encuentro mi primer objetivo, el stand de ROPA INFANTIL (necesito hacer varios regalos y aquí encuentro unos modelitos estupendos para los peques de la casa), más tarde me pasaré por los stands de MUÑECOS y JUGUETES para completar los regalos.
¡Es mi turno! Llego al stand de ROPA NUEVA y no tardo en enamorarme de una chaqueta, justo lo que estaba buscando. Continúo mi "tour" por el Rastrillo y me encuentro con el stand de ROPA BLANCA, ideal para renovar algunas prendas básicas. Sigo con el stand de BISUTERÍA y no tardo en encontrar un collar que queda perfecto con la chaqueta que acabo de hacer mía. Más adelante, en el stand de ZAPATOS, un par parecen llevar mi nombre y no puedo resistirme.
En los stands de HOGAR, MUEBLE NUEVO, HOGAR VIEJO, OPORTUNIDADES Y BAZAR veo muebles y utensilios que encajarían perfectamente en el nuevo piso de mis amigos ("mañana vengo con ellos al Rastrillo y amueblamos su nuevo hogar").
Dos stands a los que tengo especial debilidad son el de LIBROS y el de MÚSICA. ¡Cuántas joyas en tan poco espacio!
Continúo por los stands de EL DESVÁN Y LA ALCOBA DE LA ABUELA, donde encuentro una mesa vintage, que, en este caso, no llegará al piso de mis amigos, porque... ¡me la quedo yo!
Después de un intenso recorrido, dejo el resto de stands para la próxima visita. Acabo la sesión de compras solidarias y me voy del
Rastrillo Aragón con el armario renovado a muy buen precio. ¡Ah! Y con esa napolitana que tenía fichada desde el principio y... ¿por qué no? unos embutidos y un aceite de la tierra del stand de ALIMENTACIÓN.
