Rastrillo... oír esta
palabra supone tener delante de nosotros variedad de objetos y personas
voluntarias tratando de venderlos... movidas por un fin, que no es otro que conseguir fondos para poder seguir trabajando por las personas.
Pero
el Rastrillo no es solamente esos días intensos en los que no se
para de organizar los stands, la mercancía y
atender a los visitantes. El Rastrillo funciona todo el año, está
abierto al público para que pueda donar objetos de todas las
clases... y ahí comienza el verdadero trabajo de las personas
voluntarias.