jueves, 28 de octubre de 2010

Trabajamos por las personas







2010 es el año europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión social y la Fundación Federico Ozanam realiza una importante labor en este campo, trabajando con la Tercera Edad y en Acción Social.

Partiendo de que la mejor forma de luchar contra la exclusión social es dotar a las personas de herramientas que les permitan insertarse en el mercado laboral, la Fundación apuesta por la Formación y el Empleo. A estos proyectos irá destinada, precisamente este año, la recaudación que se obtenga en el Rastrillo.

Las personas que se benefician, de una u otra forma de estos proyectos de formación para el empleo son:
- Mujeres solas con cargas familiares, necesitadas de un ingreso dado que salen de una situación de violencia de género.
- Jóvenes con urgencia de trabajar, porque el apoyo desde diferentes ámbitos concluye en cierta medida con su mayoría de edad.
- Familias en las que todos los miembros que pueden y quieren trabajar se encuentran en situación de desempleo y, además, están en el momento crucial de educar a sus hijos.
- Inmigrantes que pierden su condición legal en España por no cotizar lo suficiente a la seguridad social, de cuyas remesas dependen a su vez un buen número de personas en su país de origen.
- Ex reclusos cuya reincorporación a nuestra sociedad depende de un empleo.
- Personas adultas que son rechazadas del mercado de trabajo por su edad, etc.


El buque insignia de la Fundación en esta área es el Centro Sociolaboral, donde se ofrece formación de calidad en distintas especialidades, con el fin último de encontrar empleo. Pero la labor de la Fundación no se queda ahí, puesto que ofrece a los alumnos atención integral desde el momento en que se les recibe en el Centro hasta que encuentran un trabajo (en muchos de los casos). Múltiples profesionales apoyan los procesos formativos dando apoyo en todos aquellos ámbitos en los que se necesitan: trabajo social, intervención psicológica, apoyo económico, de vivienda y jurídico, orientación laboral, intermediación con empresas…

Dentro de una sociedad de consumo, a veces existen abismos sociales que se salvan con que sólo uno de los miembros se incorpore al mercado de trabajo, de ahí la importancia de formarse para el empleo, ya que una persona formada tiene más oportunidades que una que no lo está. Esta afirmación, que puede resultar obvia, se convierte en un reto ante casos de analfabetismo o de obsolescencia formativa.

El proceso de inserción social de una persona, además, no estaría completo sin una vivienda digna, por eso, en la Fundación, apoyamos a las personas sin recursos para que puedan acceder a una vivienda mientras realizan su proceso de inserción.

Por eso, para la Fundación Federico Ozanam, “Trabajamos por las personas” no es sólo un lema. Cuando nos enfrentamos a las demandas procedentes de la sociedad estamos hablando de personas con nombre y apellido.

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