Carlos Lazaga es de esas personas que se hace imprescindible en un
evento como el Rastrillo Aragón. Encargado de la logística, infraestructura,
mantenimiento y gerente de la empresa de inserción INSERTA, ha conseguido en
sus años en Ozanam y, más concretamente desde que se ocupa del Rastrillo, que
todo esté montado en tiempo y forma correctamente en el momento de abrir las
puertas, permanezca así durante los diez días hasta el cierre y, lo que no es
menos importante, luego se recoja y quede todo como si no hubiera pasado nada.
Hablar con Carlos es un auténtico lujo. Admiramos su serenidad, su
paciencia y su gran conocimiento sobre la Fundación, el Rastrillo y todo lo
vinculado con ellos.
Carlos, ¿Cuánto tiempo cuesta montar algo tan enorme como es el
Rastrillo Aragón?
Independientemente de lo que es
la recogida y selección del material, lo referente a la logística del montaje
se inicia un par de meses antes. Hay que tener en cuenta que se mueven 50
toneladas de material, gracias a la colaboración de empresas que nos prestan
sus vehículos.
¿Y de donde sale el personal para una instalación tan compleja?
La Fundación tiene carpinteros,
fontaneros, es decir, personal especializado (entre 6 y 8 personas) que, además
de montar, pueden fabricar piezas para algunos puestos. Por ejemplo los muebles
de ropa blanca y ropa de niños se han hecho en los talleres de Ozanam.
Admiramos tu control total, se ve claramente que conoces todo al
detalle. Sin embargo no deja de sorprendernos, teniendo en cuenta la cantidad
de personas involucradas. ¿Cómo lo consigues?
Bueno, es cuestión de
organización. Durante el año mantengo dos o tres reuniones con las personas que
coordinan cada stand. De este modo, podemos ir diseñando cada uno en función a
las necesidades y preferencias de los voluntarios. Con eso ya se puede
distribuir el trabajo entre los colaboradores del montaje, los talleres
implicados, etc.
Una responsabilidad así solamente la puede tener alguien que conozca
muy bien la casa. ¿Cuánto tiempo llevas en la Fundación y cuál ha sido tu
trayectoria?
Llevo 13 años y medio en la
Fundación. Empecé en un programa de apoyo al autoempleo “Capital Local con
Finalidad Social” con el que se ayudó a crear 80 microempresas entre 1999 y
2000. Después, a finales del año 2000 me hice cargo de la gerencia de la
empresa de inserción INSERTA. Digamos que mi especialidad es la organización.
Desde 2001. Mi primer Rastrillo
marcó un hito porque la Fundación ganó el concurso de los bienes de Gay y se
dio un salto cualitativo importante. Antes los productos eran, digamos, más
habituales de rastrillo benéfico, en los que primaba la buena voluntad y, desde
ese momento, se dio mucha importancia a la calidad.
Diez días de Rastrillo, más los previos, 850 voluntarios, equipo
técnico, directivo, de coordinación, 32 stand… Demasiado para no perder los
nervios. ¿Cómo lo haces?
Como te he dicho, es cuestión de
organización. Cuando asumí esta responsabilidad, vi cosas que se podían
mejorar. Por ejemplo, antes montaban todos a la vez, ahora se monta por zonas,
convoco a los stand de cada zona en días diferentes, y eso facilita mucho las
cosas y, lo que es más importante, genera una paz social tremenda.
Otro factor importante es que
hemos profesionalizado la gestión del Rastrillo. Antes todo era voluntariado.
Con muchas ganas y buenas intenciones pero que, al crecer, se quedaba corto y
convenía mejorar pensando en el beneficio de todos.
Y, por supuesto, tratando de ser
lo más práctico posible. Antes nos cedían trailers que, además de que no cabían
aquí, al ser cedidos venían cuando podía, con lo que resultaba muy difícil
organizar correctamente el montaje. Ahora trabajamos con camiones más pequeños
aunque tengamos que contratarlos porque, en este caso, al final resulta más
rentable teniendo en cuenta lo que facilita el trabajo controlar el transporte.
Por último Carlos, la pregunta obligada ¿cómo animarías a la ciudadanía
a colaborar con el Rastrillo?
Creo que puedo caer en los
tópicos que os habrán dicho tantas veces pero, lo que sí te puedo asegurar es
que la Fundación trabaja en muchos campos y nunca mira ni el color de la piel,
ni la religión de las personas a las que va dirigida su labor. El conjunto de
la actividad de Acción Social de Ozanam está enfocada a potenciar la
convivencia.
También es muy satisfactorio para
mi ver como los chicos y chicas que se forman con nosotros, luego pueden vivir
haciendo sus trabajillos o “chapuzas”.
Sólo te puedo decir que yo estoy
encantado. Me canso porque me hago mayor, pero no me cansa el Rastrillo. Además
he evolucionado con él y sigo haciéndolo. Por eso al finalizar cada edición
apuntamos todo lo que se puede mejorar para que en la siguiente sea más cómodo
para los voluntarios y voluntarias y más vistoso y atractivo para los
visitantes.
Muchas gracias, de verdad, Carlos y felicidades por esta importante
labor y por ese magnífico equipo que has creado y que, milagrosamente, nunca
hemos oído gritar ni perder los papeles en unos días en los que, entre
bambalinas, debe haber tanta tensión. ¡Enhorabuena!
No hay comentarios :
Publicar un comentario