viernes, 2 de noviembre de 2012

Mercedes López: "con el voluntariado recibes más de lo que das"

Cuando se llega al Rastrillo, lo primero que ves es las caras de varias chicas que siempre tienen la sonrisa puesta. Ellas son las encargadas de recepción y resuelven casi casi todo.

Una de ellas está permanentemente y no olvida su nombre porque se lo recuerdan cientos de veces al día y en sus distintas modalidades: "Mercedes, ¿hay cambios?", "Merche, se han acabado las bolsas", "Merceditas, ¿has visto a Carlos?, ¿donde está Enrique?", "Mercedes, ¿han venido a recoger lo que dejé? ¿me guardas esto?...¿?...¿? y así, hasta el infinito y más allá.

Cualquiera perdería la paciencia, pero ella, Mercedes López, no deja de responder a todo el mundo con una amabilidad y un buen talante inagotables.

Lleva 25 años en la Fundación. Entró como voluntaria de forma casual. Fue a visitar a su hermana que estaba en de monitora en una colonia para niños organizada por Ozanam y todo lo que vio la cautivó y, como ella mismo dice, "me enganché" . Entonces entró a colaborar como monitora de tiempo libre y comedor.

Mercedes, ¿y por qué en Ozanam?

Entonces en San Pablo la realidad era diferente a la actual. No había comedores escolares ni guarderías. Había mucho absentismo escolar y era necesario un trabajo en profundidad con las familias. Nosotros íbamos a las casas y nos encargábamos de mostrar a las familias la importancia de que los niños y niñas estuvieran escolarizados y siguieran unas normas de higiene, alimentación, etc.

Entre los monitores y monitoras fuimos creando un grupo de monitores estables y empezamos a programar actividades de ocio y tiempo libre, siempre apuntando a la socialización e integración de los pequeños y sus familias.

De ahí pasé a trabajar en la guardería y, posteriormente, al evolucionar la Fundación y desarrollar nuevas actividades pasé a oficinas.

¿De que te ocupas ahora?

Ahora estoy en la Secretaría Técnica de Ozanam y coordino el voluntariado del Rastrillo.

Normalmente el voluntariado del Rastrillo pasa de madres a hijas, sobrinas, etc. Pero ¿que pasa cuando acude una persona a la Fundación diciendo que quiere colaborar en esta actividad?

No es frecuente pero, cuando sucede, las personas me las deriva Costanza que es quien se ocupa del voluntariado en general. Entonces trato de buscarle la mejor ubicación dentro de la estructura del Rastrillo.

Son 850 personas las que colaboran en el Rastrillo ¿cómo se coordina un equipo tan enorme?

Tenemos muchas reuniones y encuentros durante todo el año para organizar el Rastrillo. Una de ellas, por ejemplo es a finales de noviembre, a modo de evaluación, o en febrero con cada grupo para ir viendo las necesidades de cada stand. Pero hay muchas más durante todo el año para mantener el contacto.

¿Que podemos encontrar en recepción?

En recepción estamos 6 personas trabajando por turnos y nos encargamos de muchas cosas: dar cambios a particulares y a las voluntarias para su stand; cobrar con tarjeta; informar sobre los servicios y centros de la Fundación; y resolver las cuestiones que nos plantean los visitantes, voluntarios, etc.

Tendrás cientos de anécdotas.

Muchas. La más reciente es la de una señora que trajo ayer unas bolsas con objetos para donar y hoy a venido porque, por error, metió en una de las bolsas una peluca. Estamos haciendo todo lo posible por recuperarla pero no es fácil porque los ciudadanos traen aquí mucho material que nos llevamos para clasificarlo. (En el momento de escribir este texto, la peluca ya ha aparecido)



Cuando se conversa contigo, siempre transmites mucho entusiasmo. ¿no es así?

Realmente es porque veo que lo que hago sirve. Veo como la Fundación evoluciona con los tiempos. Por ejemplo, si ahora no llevamos guarderías o comedores, es porque esos servicios los asumió la Administración. En Ozanam siempre se trabaja para desarrollar programas y servicios que cubran necesidades y carencias de personas y familias.

El patronato siempre valora nuestras ideas y eso, para mi, es muy importante. Eres consciente de que aportas algo a la Fundación.

¿Y que te aporta a ti Ozanam?

Desde el principio, en mi etapa de voluntaria, la Fundación me ha dado mucho. Me ayudó a madurar. Cuando empecé como voluntaria me di cuenta que había otra realidad y eso también me hizo poner en valor mi propia situación de privilegio.

Te puedo asegurar que el esfuerzo y el cansancio, tanto en el Rastrillo, como en cualquier otra actividad, merecen la pena.

Cuando alguien ha iniciado su desarrollo profesional como voluntario, está en situación de dirigirse a los jóvenes. ¿Por qué les recomendarías hacer tareas desde el voluntariado?

Afortunadamente creo que ahora se está volviendo a hablar en los colegios de la importancia de ser voluntario. Creo que hemos pasado un tiempo en el que no se ha valorado entre la población joven en general.

Les diría que siendo voluntario recibes más de lo que das y aprendes mucho de otras personas que se enfrentan a situaciones difíciles y las superan. En definitiva, colaborar con quienes lo necesitan te ayuda a realizarte.

Gracias, Mercedes, tú también nos han enseñado mucho compartiendo tu experiencia.



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